Tres compatriotas y tres maneras distintas de sentir la danza: Borodín, en una obertura de energía y paisajes ancestrales; Stravinski, un ruso en América, en un alarde de precisión e impulso neoclásico; y un joven Chaikovski que sueña el invierno pero añora “el verano como quien espera la tierra prometida”. Imágenes dispares a través del prisma versátil de Alevtina Ioffe en su debut a los mandos de la OEX.